¿Cuándo se recomienda este tratamiento?
La osteopatía estructural puede paliar los efectos derivados del estrés muscular.
Un músculo tenso utiliza una gran cantidad de energía y reduce su elasticidad, algo que lo hace más propenso a ser dañado. El alivio de esta rigidez, además de terminar con el dolor, favorece la circulación de la sangre y de los fluidos linfáticos, facilitando así el transporte de nutrientes y oxígeno y la eliminación de desechos.
El tratamiento osteopático del diafragma y las costillas ayuda a mejorar afecciones del sistema respiratorio, paliando los efectos de enfermedades pulmonares como el asma o la bronquitis crónica.
La manipulación del sistema nervioso reporta también beneficios en la circulación sanguínea y linfática, así como la respiración o las glándulas endocrinas, productoras de hormonas. La osteopatía estructural ayuda a conseguir estos beneficios.
Esta técnica manual está recomendada para pacientes con dolores musculares y óseos, trastornos psicosomáticos, hepáticos, respiratorios, digestivos, circulatorios o nerviosos.